jueves, mayo 23, 2024

FASHION POST-COVID: El lujo de la moda en nuestros tiempos. Parte Uno.

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La reciente pandemia COVID-19 está provocando un cambio a nivel global en la forma de consumo, los hábitos de compra se han modificado debido al cierre de tiendas. Ahora los consumidores han cambiado sus prioridades de compra y se han vuelto más selectivos al momento de comprar. ¿Cómo afectó la pandemia a la moda? ¿La forma de consumo será la misma en la nueva normalidad?

Las ventas físicas a nivel global bajaron hasta un 35% debido al cierre de tiendas, un índice más alto que el de la recesión de hace una década, mientras que las ventas on-line aumentaron un 45%. Las colecciones de primavera-verano quedaron en tiendas, provocando un déficit en las líneas de producción. Millones de costureros han perdido su trabajo como consecuencia de la pandemia y no tienen acceso a seguro social o financiamientos de apoyo. 

En la industria de moda, las marcas pagan a sus proveedores semanas o meses después de la entrega, esto significa que los maquiladores pagan por adelantado los materiales o fibras utilizadas para hacer los productos que las marcas compran. En respuesta a la pandemia, muchas de las marcas de ropa y minoristas han cancelado órdenes y detuvieron los pagos, incluso cuando el trabajo ya se había hecho, sin hacerse responsables del impacto que tuvo en los trabajadores de las cadenas de producción. 

Las fábricas no tuvieron más opción que destruir o mantener en espera los productos ya hechos y dejaron a la deriva a sus trabajadores. 

Bloomberg reportó que poco más de mil fábricas en Bangladesh tuvieron órdenes canceladas por más de $1.5 mil millones de dólares, ya que debido al brote de coronavirus muchas fábricas tuvieron que suspender sus actividades indefinidamente. Bangladesh es el segundo exportador textil, después de China, con cuatro millones de trabajadores, principalmente mujeres, de los cuales más de un millón de trabajadorxs han sido despedidos o suspendidos debido a las cancelaciones de los pedidos y la falta de pagos.  

Se estima que hay alrededor de dos mil millones de trabajadores informales alrededor del mundo que carecen de seguridad social. Algunos trabajadores recibieron menos de un mes de salario como indemnización, mientras que otros no recibieron sueldo alguno. Como resultado de COVID-19, que amenaza los flujos comerciales mundiales, las cooperativas de trabajadores, los grupos de artesanos, las comunidades locales de artesanía, los trabajadores a domicilio, los trabajadores agrícolas y los agricultores enfrentan circunstancias económicas desesperadas.

Un video que circula en Instagram muestra lo que parece una manufacturera de ropa en donde se hacen cubrebocas en condiciones extremas. Muchas marcas han ofrecido máscaras en sus colecciones, lo que provocó que las cadenas de producción trabajaran en condiciones antihigiénicas. Estas imágenes son alarmantes no sólo por las condiciones en que estas «máscaras salvavidas» son hechas, sino que también es un recordatorio de que la industria de la moda continúa moderando en condiciones de explotación y sin esquemas de transparencia.

La pandemia también provocó un cambio en la forma de comprar debido a los cierres de tiendas y plazas comerciales. Las ventas por internet subieron exponencialmente y las prioridades de compra cambiaron, pareciera que la decisión de comprar será menos impulsiva y más racional, más planificada. ¿Será este el fin del hiperconsumo?

Además, los compradores ahora se preocuparán por las medidas de higiene que hay en las tiendas por miedo a los contagios, las tiendas deberán adaptarse a estas nuevas exigencias del mercado para asegurar el menor número de contagios entre los clientes y los vendedores. 

Está claro que el trabajo desde casa ha sido la opción para evitar contagios, es por esto que la forma de consumir también cambió: Las marcas han aprovechado este nuevo mercado creando colecciones work-from-home, que son más cómodas y prácticas para estar en casa sin perder el estilo. Sin duda el monstruo de la moda no pierde la oportunidad y crea nuevas formas de vender prendas que generan un costo no sólo económico sino también ambiental. En esta época de crisis es necesario dimensionar nuestro consumo para poder empezar a hacer un cambio.

Ésta es sólo una cara de la moneda de lo que está pasando en la industria de la moda, ¿cómo es que sobrevivirán las pasarelas? Lo discutiré en la siguiente entrega.  

Mariana Ruiz: Traductora Freelance. Investigadora de tiempo completo, adicta a bajar PDF´s. Programé el @bot_floral. Me gusta comer fruta mientras leo.

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