El proyecto The Monopolitan, es un espacio virtual donde la pasión por observar y viajar se encuentran; también es un recorrido por el mundo del emprendimiento y una plataforma cargada con decenas de historias de emprendedores que están transformando sus comunidades a través de sus ideas.
A fin de impulsar a otros para emprender, Juan Pablo, creador The Monopolitan, organiza Cereal Talks, una serie de charlas creativas para compartir ideas sobre el diseño de productos, servicios y experiencias de calidad.
Las charlas se ofrecen en un bar de cereales minimalista, ubicado en la ciudad de Guadalajara y están diseñadas para nutrir de inspiración e ideas a todos los invitados a fin de impulsarlos a emprender.
Cuéntanos, ¿Quién eres y a qué te dedicas?
Me llamo Juan Pablo. Tengo 30 años y soy la persona detrás de The Monopolitan, un blog sobre ideas para innovar. Desde pequeño he sido un espectador de la vida. Me gusta observar a la gente y me encanta viajar.
¿Cuáles son los proyectos que buscas publicar?
The Monopolitan, es una biblioteca con ideas para emprender. Es el espacio al que puedes acudir en busca de ideas y conceptos que están sucediendo en diversas partes del mundo y que quizá, podrían funcionar en tu comunidad. La mayoría de los proyectos que comparto tienen 4 elementos: Historia, Diseño, Viabilidad y Rentabilidad.
En primer lugar, me concentro mucho en la historia. Busco proyectos que tengan una narrativa interesante y que estén resolviendo un verdadero problema. Si la historia es buena, entonces busco material fotográfico que la vuelva aún más atractiva y real. Finalmente, busco que sean proyectos viables y rentables. Es decir que, cualquier persona que se lo proponga, pueda hacer algo similar y obtenga resultados positivos en compensación a su esfuerzo.
«Me encantan los alcances que tienen los materiales digitales, sin embargo, la experiencia analógica me llena más.»
Juan Pablo. (Fundador The Monopolitan)
¿Cuál es tu hobbie favorito?
Leer y conversar.
Cuéntanos, ¿Qué inspira tu día a día?
Me gusta muchísimo leer la revista Monocle para mantenerme al día. Cuando quiero profundizar en temas específicos, trato de buscar libros de la editorial Gestalten. En cuestión de publicaciones independientes, me gusta hojear Kinfolk, Another Escape, Works that Worky, Cereal Magazine.
¿A qué te dedicarías si no fueras diseñador?
Sería restaurador de motocicletas.
Cuéntanos: ¿Te gustaría conocer un país en especial?
Sí. México. Aún me quedan muchos caminos por recorrer, pueblos por conocer y ciudades por disfrutar. De hecho, tengo planeado hacer un recorrido nacional visitando a emprendedores locales, charlando con ellos y publicando la travesía a través del blog.
¿Cómo inicias un día normal en tu estudio?
Soy madrugador. Me gusta arrancar mi día haciendo ejercicio. Posteriormente, regreso a casa para preparar un desayuno fuerte. Después, un regaderazo y salgo a la oficina. Vivo en una de las áreas más transitadas de la ciudad, así que los trayectos al trabajo suelen ser un poco largos. De 40 minutos a 1 hora en promedio, por lo qué aprovecho el camino para redactar, por lo menos, 1 post para The Monopolitan.
Llegando a mi espacio de trabajo, elaboro una lista con los pendientes del día. Los ordeno por prioridad y comienzo a trabajar en ellos. Para aumentar mi productividad y concentración, trabajo en bloques de 45 minutos. Al inicio de cada bloque, me planteo pequeñas metas y, una vez concluidos los 45 minutos, dedico los 15 restantes a platicar con quien esté a mí alrededor.
¿Dónde podemos ver tu trabajo?
A través de www.themonopolitan.com